viernes, 27 de noviembre de 2020

Jazzatón

 


En la última década se ha generado una explosión del denominado género urbano, que se inició en latinoamérica y después invadió al mundo. En las reuniones y fiestas, en su mayoría organizadas por y para jóvenes, se hace gala del baile y del canto rapeado, normalmente utilizando secuencias o veriones karaoke, eso ha permeado encierta medida en el jazz. 

Muchos estudiantes de música han tenido la oportunidad de aprender ciertas técnicas instrumentales, repertorio e interpretaciones vocales por medio de "pistas", nada mal em principio, excepto cuando esa tendencia se traslada al caso de presentaciones con una sección rítmica en vivo y en directo. El peor resultado queda evidenciado cuando no hay interacción entre los ejecutantes, cuando el "solista" interpreta siempre de la misma manera, sin importarle con quiénes está tocando. Esto es la deformación conocida como jazzatón.

Se puede partir de lo antes mencionado, las nuevas generaciones han aprendidp el jazz usando grabaciones, las pocas oportunidades que se presentan para conciertos se desperdician reproduciendo el esquema, tocar considerando al resto de los músicos como una "pista musical", con lo cual se pierde la esencia del estilo, que es sugerir armonías nuevas e interesantes por parte del solista e intentando una comunicación con el resto del ensamble. El mal hábito se adquiere al apegarse en exceso a las progresiones de las grabaciones, las pistas o los métodos en partituras de los standards. Una deficiencia generalizada es no estar preparados para usar el oído, de modo que siempre se depende de un plano o mapa de ruta en el pentagrama. El no estar familiarizado con la ejecución e improvisación a través o por encima de los cambios acordales, genera una necesidad de apegarse al escrito en vez de estar preparado para escuchar el discurso musical que tiene lugar. Todo esto inhibe la interacción y el aspecto creativo de la ejecución del jazz. El músico desperdicia la oportunidad de interpretar sus ideas respondiendo al tono, eligiendo sus propias sustituciones. Se sienten obligados a recrear lo estudiado y no a responder a lo que los demás hacen, cuando se atrevem a alejarse poco o mucho de las partes escritas.

¿Es probable que no hayamos detectado este enfoque neoclásico en nuestra música? Quizá algo subyacente al fenómeno se explique por el miedo a equivocarse. A medida que el jazz se ha decatnado por adherisre a la forma y al carácter académico, se ha dejado de enfatizar la relación del movimiernto horizontal melódico de las escalas y vertical de la armonía acordal, junto con la experimentación rítmica, atreviéndose a alejarse del patrón esperado. Una consecuencia de depender demasiado de la forma es la falsa idea de que sólo son "correctas" ciertas combinaciones de notas. Ek resultado inevitable es que en vez de improvisar de oído, el intérprete se procipa más de ejecutar las "notas correctas" para los acordes que va leyendo en la partitura, sin descubrir como es que otras notas individuales sonarían dentro del contexto armónico propuesto.

Un mal hábito detectado es que muchos músicos parecen desdeñar el desarrollo melódico como una fuente válida de material para la improvisación. La improvisación tratra de explorar la tonalidad, armónica en sentido vertical y melódica en lo horizontal, siempre siguiendo el pulso propuesto por los patrones rítmicos. En vez de ello es frecuente la regurgitación de las mismas ideas musicales que en ocasiones se convierten en meros pastiches del trabajo disursivo de los gramdes nombres de jazz. El estudio de la descripción del disurso musical de un autor se ha trabsformado en la preceptiva. Se enseñan las mismas frases y extensiones armónicas, para ejecutar a través o encima de los cambios, eso nos ha llevado a un estilo de impropvisación del tipo "colorear mandalas".

Ya expusimos el problema, ¿cuál es la porpuesta de solución? Aventuro unos cuantos enfoques que podrían ser de utilidad. Por supuesto el uso de un vocabulario común es lo que determina el carácter del estilo de la música, de modo que la sugerencia no va en el sentido de abandonar las convenciones. Por el contrario nunca deberá dejarse de insistir en que debemos aprender la sintaxis y gramática del estilo para lograr una comprensión y entendimiento mutuo, para poder jazzear con nuestros pares. Sin embargo, debemos insistir también en dejar el espacio suficiente para intentar dar saltos al vacío, de arriesgarse, que es en donde con seguridad encontraremos la magia del jazz. Lo que nos permite improvisar sin temor y miedo es la certeza de que siempre podemos recuperarnos, de ordenar de inmediato nuestro discurso musical cuando hemos "hablado mal o con errores". Esto obliga al desarrollo de estategias para sali de problemas, para confiarn en que podemos detectar un error de pulso y reparar de inmediato una línea melódica o armónica. También debemos estar preparados para aprovechar un error y convertirlo en ideas nuevas. Esto se lohgra al distinguir qué notas proponen nuevas palabras y cuáles son en realidad galimatías, las frases propuestas pueden o no ser intencionales, pero lo importante es que suenen bien en el contexto del ensamble. En ese sentido jugamos el papel de los mineros, que a partor de la mena saben separar las gemas de la ganga. Y la única manera de poder discriminar de ese modo es a partor de picar piedra, es decir atreverse siempre y de manera regular.

Esa aproximación puede aplicarse al uso de las pistas pregrabadas de los métodos de jazz, ofrecen la oportunidad de poder cometer errores y equivocarse sin sentir que insultan a sus colegas músicos o al público. LO que puede aprenderse de una pista es probar distintas aproximaciones armónicas y verificar si las notas elegidas tienen sentido. Aquí no hay una respuesta o interacción de mood que esa experiencia sólo puede lograrse tocando con otros músicos en directo. Esa interacción entre los diferentes músicos en un ensamble es la esencia del estilo que nos gusta. Las improvisaciones en un ensamble depende de cómo se relacionan los ejecutantes desde el plano musical, por ello es esencial escucharse unos a otros.

La sugerencia es usar las pistas como vehículos de experimentación, por ello es mejor evitar el seguir una progresión o solo previamente escrito o asimilado. En resumen el meollo del asunto es desarrollar el oído. No debe mal interprtarse el consejo, la lectura a primera vista es vital y esencial, muy útil cuando debemos ejecutar una obra rápidamente sin conocerla previamente, por ejemplo cuando somos músicos de sesión, Las partituras también nos auudan en los casos en que una frase o pasaje es difícil de escuchar debido a su densidad. Sin embargo depender siempre de una partitura nos impedirá interactuar con otros instrumentistas. En el jazz es obligatorio guiarse por el oído. Los ejecutantes ensayan por muchas horas para dominar la técnica de su instrumento, las escalas, arpegios, cambios acordales y en resumen todos los aspectos técnicos. La recomendación para lograr efectividad y eficiencia es dedicar unas 10 mil horas acumuladas en el ejercicio de la técnica de nuetsro instrumento, con el objetivo de asimilar las habilidades nenecsaria spara poder encongtrar las frases y notas adecuadas en el instrumento. En otras palabras, el cerebro debe estar entrenado de modo que el ejecutante no tenga que estar pensando concientemente en todo momento lo que está tocando. El músico debe aprender a confiar en su oído, en la teoría y en la práctica acumulada en toos us años de ensayo, a esto es lo que se le denomina "sistema". Debemos aprender a confiar en el sistema, para poder ejecutar sin interferemcias mentales, puesto que la mente debe estar ocupada escuchando las propias notas y las ejecutadas por el resto de los músicos, todo ello a la velocidad necesaria para que todo ensamble, esa es la meta del sistema.

Finalmente debemos advertir que dominar el sistema no garantiza en modo alguno una buena musicalidad o un buen gusto estético. No dene asumirse el dominio técnico como excusa para no trabajar en la comprensión de la estructira musical. Por supuesto debemos dominar de maner profunda los recursos técnicos de nuestro instrumento y las exigencias del repertorio que hemos elegido, para construir un conjunto integral. Una parte importante de construcción del propio sistema muscial es precisamente el desarrollo del buen gusto estético en nuestro discurso musical. Esa representación estética se logra a través de poder escucar de manera consciente, al analizar una obra o un solo, debemos ser capaces de decidir qué fubciona dentro de nuetsro contexto discursivo y entrenar a nuesto oído para poder juzgar del mismo modo al momento de tocar en directo, pero ahora permitiendo a nuestro incosciente que se deje guiar por la ppopía música que se escucha.

Esa internalización es la calve para lograr un buen nivel en la improvisación. Primero denemos ser capaces de memorizar la estructura tonal, imaginar mentalmente el pulso rítmico y recocnstruir en nuestra interpretación lo que hemos asimilado teóricamente. No se trata de simplemente "cantar" la progresión acordal o la secuencia melódica, sino poder "escuchar" en la imaginación, es decir dentro de nuestra cabeza o mente, cómo se mueve la obra, sus cambios, qué hace la base rítmica, para ello es esenciual memorizar los todos y sus estructuras a medida que se suceden y no sólo las figuras escritas en el pentagrama. Tenemos que ser capaces de "cantar" (con nuestro instrumento o mentalmente) toda la información melódica, armónica y rítmica de las obras. Atreverse a experimentar y explotar todo el potencial de la interpretación, comprender por qué ciertas progresiones le funcionaron al compositor e intentar hablar con nuestroas propias frases, a través de sustituciones. 

Caundo se escuche cualquier obra es un buen ejercicio imaginar la manera en que uno la interpretaría si estuviese tiocando junto con ese enamble, cómo sugerir frases interesantes a los otros miembros de la banda, todo ello para que el día en que nos toque estar tocando con un ensamble similar, mostremos nuestro mejor talento musical y el del resto de los músicos, denemos poder escuchar lo que ellos toican, como se responden unos a otros, aprender a elegir el mejor acompañamiento armóico para euq ellos luzcan, detectar el pulso y patrones del baterista y cómo está logrando el énfasis del resto de los miembros, es decir que al final se  escuche a un ensamble y se supere el sólo intentar que suene un grupo de solistas acompañados de una base rítmica, busquemos la interacción, reconocer que los más grandiosos solistas logran sus mejores actuaciones cuando hay una comunicación completa con todo el ensamble, de ese modo nos podremos ir olvidando del jazzatón.


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Posiciones 1a y 2a



Cuando se habla de seguridad nos referimos a qué tan cómodos nos encontramos con nuestras habilidades técnicas, una de las características esenciales es poder colocar la mano sobre el diapasón en diferentes posiciones a lo largo del violín. Cuando decimos posiciones nos referimos al espacio físico en donde colocamos la mano con la finalidad de ejecutar las notas.

 Cómo encontrar la primera posición

De esa manera designamos a la posición básica de la mano sore el diapasón, por ello es también la primera que se aprende y la más utilizada, en esta el dedo índice ejecuta la siguiente nota ascendente desde la cuerda al aire. Pore ello desde la cuerda A, el dedo índice ejecuta a la nota B en la primera posición, La técnica de mover la mano desde una posición a otra se denomina cambio o cambio de posición.

El cambio de posición significa deslizar la mano a lo largo del diapasón para alcanzar las notas correspondientes, generalmente más agudas, por las siguientes razones técnicas:

Ejecutar notas más agudas de las que se podrían alcanzar desde la posición básica.

Para mantener las notas de la melodía particular correspondiente sobre las cuerdas óptimas, al mismo tiempo que se preserva el timbre, es decir el color y carácter de un sonido en particular.

De esa manera se facilita ejecutar las obras pensadas y compuestas a partir de la posición propuesta, pues de ese modo suenan mejor, al facilitar el cruce de cuerdas, la digitación y el control del arco.

 Transición a la segunda posición

El cambio es pequeño, respecto de la posición básica, pero amplía de manera considerable el rango de notas disponibles en cada cuerda.

A continuación se expone la transición usando tres movimientos, puede practicarse en la cuerda D, primero en silencia (sin arco), de modo que pueda memorizarse el movimiento, antes de templarlo de oído.

 Un consejo es relajar el pulgar, sin agarre, siempre que se realicen transiciones o cambios de posición.

 Se coloca el índice en la nota E de la cuerda D.

Se desliza el índice un semitono más agudo, hasta la nota F (que normalmente ejecutaría el dedo medio en la posición básica).

Mueva el pulgar por debajo la misma distancia, de ese modo el dedo se mantendrá por debajo y opuesto al índice.

 Nótese que con las notas naturales (sin accidentales) que se ejecutan en el ejemplo mostrado, necesitará colocar el dedo índice un tono por encima de la colocación usual en la primera posición de la cuerda G.

 Nótese que las notas que se ejecutan en la segunda posición ofrecen un cierto grado de red de seguridad, pueden comprobarse algunas de las notas (que aparecen como blancas en el ejercicio) comparando sus alturas con sus cuerdas correspondientes al aire.

Figura 1

Ejercicio con notas que se ejecutan en la segunda posición

 

De la teoría a la práctica  

El reconocer las notas de la segunda posición nos permite vislumbrar el cuadro completo. Recordemos que la ejecución musical en la segunda posición normalmente involucra el uso de algunas de las notas a nuestro alcance y que pertenecen obviamente a alguna armadura específica. Para comenzar partimos de la ejecución de la escala de F mayor, para después ejecutar como ejemplo una pieza ad hoc.

Movimientos de para la ejecución de la escala de F mayor en la segunda posición:

 Ejecute con un movimiento descendente del arco, con el dedo índice en la segunda posición, sobre la cuerda D (la nota F) para que suene la tónica.

Se realiza el cambio con un tono completo hasta la nota G del dedo medio, obsérvese que el dedo medio cae exactamente.

Se realiza el cambio con un tono completo para que el dedo anular caiga en el siguiente punto.

Se coloca el dedo meñique al lado del medio y se completa el paso de semitono.

Se coloca lentamente el índice en la cuerda A para hacer sonar la nota C (se mantiene la mano fija en la segunda posición), mientras que el meñique ejecuta la nota y se sueltan los otros dedos de la cuerda D tan pronto se inicie el movimiento descendente del arco con el índice.

Se prosigue con la cuerda A de igual manera, usando los movimientos de los dedos medio, anular y meñique.

Nótese que la digitación en la cuerda A es la misma que en la cuerda D, simplemente se ha cambiado de cuerda.

 Figura 2

Escala de F mayor ejecutada utilizando la segunda posición


 
Para ejecutar "Alegría del mundo" en la segunda posición, prepare su mano con la escala de F mayor ascendente.

 Coloque el arco sobre la cuerda A, cerca del talón, de modo que pueda lograrse un sonido con buena proyección a medida se recorre con vigor el tono F.

Aplique el estilo de staccato arrastrado en los movimientos ascendentes del arco ejecutando con los dedos anular y medio, aplicando un arco amplio sobre el octavo con puntillo y uno menor para el dieciseisavo.

 Ejecute con el índice la nota C, usando un movimiento completo de arco descendente, para color después el meñique sobre la cuerda D, después de ejecutar con el +índice y continuar con la escala descendente.

 En todos los cambios de cuerda, coloque cada dedo en la cuerda nueva y comience a hacer sonar la nota nueva justo antes de soltar el dedo anterior. Con esta técnica se logrará una transición uniforme y transparente.

 Haga saltar el índice ligeramente en la nota C para regresar a la ejecución de las notas en la cuerda A en la última nota de octavo del compás 2 y entonces prosiga de regreso al F superior, tono por tono con las últimas notas de la melodía.

Figura 3 "Alegría del mundo" ejecutada usando la segunda posición



lunes, 16 de noviembre de 2020

Jan Christian Mollestad informó a Cohen sobre la muerte de Ihlen con esta carta


Estimado Leonard

Marianne cayó en un sueño muy lentamente que la sacó de esta vida ayer por la noche. En total tranquilidad, rodeada por amigos cercanos.

Tu carta llegó cuando todavía podía hablar y reír con completa conciencia. Cuando la leímos en voz alta, sonrío de la manera como sólo Marianne puede hacerlo. Elevó su mano, cuando mencionaste que estabas justo detrás de ella, tan cerca como para alcanzarla.

Le causó una tranquilidad profunda saber que conocías su estado. Y tu bendición para su viaje le dio una fortaleza extra. Jan y sus amigos, que vieron lo que este mensaje significó para ella, te agradecerán profundamente por responder tan rápidamente y con tanto amor y compasión.

Durante su última hora, tomé su mano y tarareé Bird on a Wire, mientras ella respiraba tan ligeramente. Y cuando abandonamos la habitación, después de que su alma hubiese volado por la ventana en busca de nuevas aventuras, besamos su rostro y susurramos tus eternas palabras:

So long, Marianne.

lunes, 9 de noviembre de 2020

El principio de la palanca aplicado al arco

 


En esta publicación hablaremos del principio mecánico de la palanca aplicado al arco, para concluir o deducir por qué se recomiendan movimientos lentos y prolongados para aprender y dominar su control.

 Desde la perspectiva física, el conjunto del instrumento en la mano del ejecutante tiene dos puntos de apoyo (fulcro en la terminología de la teoría de las palancas), uno es el pulgar del brazo que sostiene el arco y el segundo es la cuerda sobre la cual se desliza éste último. La característica del primer punto de apoyo, el pulgar, es que se trata de un fulcro fijo, el caso contrario ocurre en la cuerda, pues se trata de un punto de apoyo móvil.

 El peso del arco se distribuye entre la cuerda y el pulgar. A medida que se mueve el arco sobre la cuerda, variará la relación del peso o fuerza que se aplica a la cuerda respecto de la ejercida por el pulgar.

 El perfil de la masa del arco tiene una distribución asimétrica, dado que el centro de masa (el punto físico que representa el peso total del arco) o punto de equilibrio, se localiza a una distancia de aproximadamente un tercio de la longitud de la vara, medida desde el talón.

 En la cabeza se concentra aproximadamente el doble de la fuerza del pulgar mientras se desliza sobre la cuerda.

 A una distancia de aproximadamente un tercio desde la cabeza, el peso se equilibra de manera uniforme entre el pulgar y la cuerda.

 En ese punto de equilibrio, todo el peso del arco se concentra sobre la cuerda.

 Pasando de ese punto, entre más nos aproximemos al talón, el arco se volcará sobre la cuerda si no se ejerce más presión o fuerza en el arco, justo en el talón, para equilibrarlo.

 Sin embargo, dicha fuerza adicional comprime a la cuerda y evita en cierto grado su vibración, de modo que para evitar ese efecto será necesario dejar de ejercer fuerza sobre la cuerda.

 Existen dos técnicas para equilibrar el peso. Una es aumentar la fuerza proveniente del dedo meñique de la mano que maneja el arco (la derecha en diestros), de modo que se eleve el arco por encima del nivel del punto de apoyo del pulgar.

 La segunda técnica es elevar por completo la mano, para contener o soportar de manera precisa el peso del arco con la misma.

 Con un movimiento prolongado y lento del arco es posible detectar estas variaciones de peso provenientes de la cuerda respecto de la mano que le mueve.

 Por supuesto no todo se reduce al equilibrio de la doble palanca que representa la cuerda en contacto con el arco, hay dos factores más a considerar en la mecánica del movimiento del arco: el punto de contacto con respecto de la cuerda, es decir la distancia desde el puente, y la velocidad a la cual se mueve el arco. Ambos parámetros tienen efectos sobre cuánta fuerza puede soportar la cuerda antes de que el contacto del arco detenga la vibración libre de la nota. Como regla general, la cuerda soporta un mayor peso entre más nos acerquemos al puente y al mismo tiempo puede soportar mayor tensión a medida que el arco se mueva más rápido.

 Al aumentar la velocidad, tenemos que agregar más peso con el brazo con la finalidad de mantener la mecha o cerdas en contacto con las cuerdas.

 La pronación de la mano que controla el arco o su inclinación respecto de la vara del arco con auxilio del dedo índice, es una forma de aumentar el peso que se transfiere del brazo al arco. Otra manera es simplemente relajar el brazo, en cuyo caso el peso provendrá de toda la mano, dirigido por el índice.

 En conclusión, para lograr el equilibrio, usando los principios físicos de la palanca, es necesario que el instructor corrija en lecciones presenciales la técnica exacta para lograr el mejor control del arco y en consecuencia del tono generado, con el objetivo de optimizar y dominar el peso del arco, la velocidad de su movimiento y el punto de contacto.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Cinco influencias musicales


 Francisco Gabilondo Soler

Las reseñas que he leído en el círculo de la música, tanto académica como del jazz, suelen calificar a su obra como: pobre, poco valiosa y hasta intrascendente. Desconozco la razón de tal descalificación, pero a pesar de su aparente sencillez, hay solidez en su composición y armonías.


Joseph Moiseyevich Schillinger

Intentando aprender los fundamentos de la música popular contemporánea, es decir los estilos del jazz, rock, blues y son, me tope con este compositor, que además fue docente formador de muchos músicos de renombre, un amplio conjunto que va de George Gershwin a Glen Miller.


Richard Dean Grove

Siguiendo con el tema de mi de-formación musical, soy egresado del programa de composición y arreglo de la Music School Without Walls, que creó este arreglista y compositor, especializado en Big Bands Jazz.


Stefano Scodanibbio

En el tema de las técnicas extendidas para el contrabajo me interesó la apoximación, desde la música académica, al mundo de lo "contemporáneo" y por supuesto a mi instrumento principal.


Tete Montoliu

Hay muchos músicos de jazz en el mundo, que suelen estar "ocultos" en libros y en el conocimiento general, debido principalmente a una estigmatización, que consagra al músico negro y pobre como el arquetipo, este pianista catalán, ciego, logró despuntar a pesar de todo pronóstico.


Bonificación

Renaud García Fons

Un sueño imposible personal es algún día tener un contrabajo de cinco cuerdas, tuve un tiempo un instrumento con el rango amplio tanto en la grave B, como en la aguda B y C, me encantó la experiencia, así que comencé a seguir a músicos con esa tendencia, uno de los que más me gustan es Renaud, por la belleza melódica y armónica, que bien hacen valer esa cuerda adicional.